La conmemoración del 18 de Julio, fecha del Glorioso Alzamiento Nacional, ha tenido lugar en Santander con la solemnidad habitual. Un céntrico hotel de la capital montañesa acogió a un buen número de comensales.
En la presidencia, José Luis Corral, Blas Piñar Gutiérrez, Luis Martínez y Marina, su señora, Ana Zorrilla y Leoncio Calle.
A los postres le fue ofrecido un homenaje al magistrado Luis Martínez Palomares, señalado por su acendrado patriotismo, de lo que quedó constancia en una placa grabada. Pronunció un elegante discurso donde se refirió a los motivos ocultos de las abdicaciones, como ya ocurriera con Isabel II.
José Luis Corral habló sobre la oportunidad del ágape (la comida) y del sacrificio (la Misa) para celebrar, pues el mundo cristiano comienza así, con la Última Cena y la Pasión del Señor. También de la manifestación pública, que es un modo de apostolado.
La camaradería, que es un alto grado de la amistad, nos reúne en las luchas y en los descansos, en los gozos y en las penas. Nos podemos congratular de habernos mantenido fieles y de no adorar al becerro de oro entregando nuestro voto a quienes procuran el horrendo genocidio del aborto, a quienes han fragmentado la unidad nacional, a quienes se han corrompido y arruinado a nuestro pueblo.
Ha sido un curso lleno de acontecimientos. Desaparecen los dos responsables máximos de la transición y de haber derribado el Régimen nacido de la Cruzada que ambos juraron por Dios defender, uno por fallecimiento y otro por abdicación. También se nos ha ido, dejándonos huérfanos, pero no desamparados, gracias a su legado político, Blas Piñar, el gran caudillo del patriotismo español desde la muerte de Franco.
Es pecado no creer en la Victoria. Vencimos y venceremos, aunque no sepamos el momento exacto que tiene deparado la Divina Providencia.
Dijo unas breves palabras Leoncio Calle, concejal de Santoña, que recordó su continuada y firme militancia falangista.
Por último, el General Blas Piñar manifestó su satisfacción por encontrarse entre nosotros y poder celebrar esta fecha tan señalada.
El acto, que había comenzado con el "Yo tenía un camarada", terminó con el "Cara al sol" y el "Himno Nacional".
Los actos continuaron por la tarde, con la celebración de la Santa Misa en la Capilla del Cristo, bajo la Catedral de Santander.
En ella reposan los restos de numerosos caídos de los barcos prisión de la ciudad, en una capilla a la derecha del Altar Mayor, donde está reservado el Santísimo Sacramento.
Los nombres de los mártires figuran por orden alfabético, en el frontal y en los laterales.
Desde la capilla salió una comitiva con banderas y una corona de laurel para los caídos por Dios y por España.
La misma fue depositada a los pies de la Cruz que se yergue junto a la Catedral.
El falangista Sinforiano Bezanilla pronunció un rotundo discurso denunciando los males que padece España, en una vuelta a la situación que propició el Alzamiento Nacional.
José Luis Corral quiso dirigirse a unos cuantos curiosos que no podían disimular su izquierdismo para explicar el porqué del 18 de Julio, la persecución religiosa, los 7000 sacerdotes y monjas asesinados, los más de 107.000 caídos que no podemos olvidar, el heroísmo de los que lucharon y la reconstrucción nacional con los principios del nacional-sindicalismo y del tradicionalismo.
El General Blas Piñar recordó que el 18 de Julio es una fecha fundamental en la historia de España y del mundo, pues se enfrentaron dos concepciones opuestas de la vida. Fue una lucha de ideales, aunque algunos estuvieran equivocados. Y predominó el triunfo de la unidad, una unidad que se vivió en España a partir de entonces, que permitió la paz y el desarrollo, la armonía de una sociedad. Por eso se hace necesario que cuantos defendemos ideales cristianos y patrióticos nos unamos y dejemos de lado diferencias que son insignificantes en comparación con los peligros y los problemas que afrontamos.
Para terminar, el "Cara al sol" y el "Himno Nacional" pusieron el broche final a los actos oficiales, aunque la convivencia se prolongó durante la noche en otra cena informal de hermandad por la zona del puerto.
Puede verse el vídeo del acto en la calle y los discursos en;
https://www.youtube.com/watch?v=ROe0zMpS_rY
Por su parte, José Luis Corral continuó con su gira veraniega en Asturias y Galicia. Algunos testimonios fueron quedando en lugares emblemáticos de la españolísima tierra gallega. La provincia de Lugo fue esta vez la gran afortunada en el reparto.
Herrera de Pisuerga, en Palencia, pueblo natal de José Antonio Girón, que conserva el Escudo del águila en su ayuntamiento.
Y la plaza dedicada a Girón.
Inscripción de los Caídos en la Iglesia de San Sebastián en Reinosa.
